La relación del hombre con la comarca de "Los Valles de Benavente" se remonta a tiempos muy pretéritos. Los primeros pobladores del territorio debieron asentarse en la zona atraídos por la riqueza de sus recursos naturales: fauna, vegetación, agua, etc.
Con el tiempo, cuando el hombre se hizo agricultor, las fértiles vegas de los ríos se configuraron, sin duda, como los terrenos más codiciados para establecer los poblados.
El registro histórico de la Comarca comienza en el Paleolítico y recorre, sin solución de continuidad, el resto de las eras o edades en que se ha dividido la evolución humana: Neolítico, Calcolítico o Edad del Cobre, Edad del Bronce, Edad del Hierro o Protohistoria, Edad Antigua, Edad Media, Edad Moderna y Edad Contemporánea.
De todas las edades comentadas existen importantes testimonios en el área benaventana. Centrándonos en la prehistoria y en la historia antigua, vamos a citar algunos de los yacimientos documentados más destacados, que han aportado muchas de las piezas de mayor relieve que pueden contemplarse hoy en día en el Museo de Zamora:
- Paleolítico (700.000-10.000 años a.C.): Burganes de Valverde, Olmillos de Valverde, Santa Marta de Tera, etc.
- Neolítico (IV milenio a.C.): Arrabalde, Granucillo, Morales de Rey, etc.
- Calcolítico (2.500-1.800 años a.C.): Castrogonzalo, Colinas de Trasmonte, Vecilla de Trasmonte, San Cristóbal de Entreviñas, etc.
- Edad del Bronce (1.800-700 a.C.): Brime de Urz, Arrabalde, etc.
- Edad del Hierro (700-19 a.C.): Arrabalde, Benavente, Manganeses de la Polvorosa, etc.
- Edad antigua (siglos I-VI d.C.): Camarzana de Tera, Melgar de Tera, Fuentes de Ropel, Milles de la Polvorosa, Rosinos de Vidriales, Santa Cristina de la Polvorosa, Villanueva de Azoague, etc.