INDUMENTARIA TRADICIONAL DEL VALLE DEL ESLA

Los pueblos ribereños del Esla se caracterizan por la abundancia de rodaos bordados con lanas de colores, que no aparecen en el resto de los valles benaventanos.

Los bordados de lanas son también característicos de los trajes originarios de la localidad zamorana de Carbajales de Alba, que ha extendido la fama de este tipo de labor por todo el mundo, tal y como acreditan los numerosos premios y galardones atesorados por el traje carbajalino (festivales folklóricos de Buenos Aires, Los Ángeles, Amberes, Tel Aviv, Munich, etc).

Es oportuno indicar que los bordados carbajalinos se diferencian de los benaventanos por el corte geométrico que, en mayor o menor medida, suelen exhibir los motivos vegetales que reproducen. Los bordados benaventanos se caracterizan, por el contrario, por hacer gala de un estilo más natural en la representación de los elementos que incorporan (flores, hojas, pájaros, mariposas, etc.).

La moza de esta imagen luce un bonito y antiguo rodao bordado con lemas de colores que reproducen motivos florales. Este tipo de rodaos, en la comarca benaventana, restringe su área de distribución a los pueblos que se extienden a lo largo del Valle del Esla.

Los bordados de lanas son también característicos de los trajes origi­narios de la localidad zamorana de Carbajales de Alba, que ha extendido la fama de este tipo de labor por todo el mundo, tal y como acreditan los numerosos premios y galardones atesorados por el traje carbajalino (festivales folklóricos de Buenos Aires, Los Ángeles, Amberes, Tel Aviv, Munich, etc).

Es oportuno indicar que los bordados carbajalinos se diferencian de los benaventanos por el corte geométrico que, en mayor o menor medi­da, suelen exhibir los motivos vegetales que reproducen. Los bordados benaventanos se caracterizan, por el contrario, por hacer gala de un estilo más natural en la representación de los elementos que incorporan (flores, hojas, pájaros, mariposas, etc.).

El traje que nos ocupa se completa con una camisa de lino adornada con bordados en el cuello y en las mangas, mandil ocre sin adornos, mantón de seda roja bordado ribeteado por largos flecos, que contrasta marcadamente con el color del rodao, zapatos negros y medias blancas de hilo.

Rodao de tela antigua reciclado por su actual propietaria, sobre el que se han incorporado posteriormente los vistosos bordados con lanas que circunvalan el tercio inferior de la prenda. La cinta de terciopelo que adorna el extremo inferior del rodao es original.

Los coloridos bordados que alegran el rodao, el mandil y el jubón están inspirados en antiguos diseños observados por Mari Tere L. Ciuerra en diversas localidades situadas en la margen oriental del río Esla. La reproducción ha respetado la marcada asimetría de las figuras existentes en los modelos originales, al objeto de ajustar el estilo lo más fielmente posible a las usanzas tradicionalmente mantenidas en el Valle. El traje dispone de gabacha, también bordada a juego, que no se ha incluido en el conjunto recogido en la fotografía.

Bajo el corpiño, la moza viste blusa de seda adamascada, con remates de puntillas antiguas. Sobre los hombros, pañoleta de tela blanca bordada con lanas, sin ningún otro adorno, cuyo diseño se puede admirar en detalle en el recuadro superior derecho. Aunque no es el caso, no es raro que este tipo de prendas incorporen aderezos variados, del tipo de lentejuelas, huevecillo, remates en dorado, etc.

El conjunto se remata con la única adición de los habituales zapatos negros, medias bancas de hilo y unos sencillos pendientes.

Rodao de estameña fina de color amarillo, adornado con un especta­cular y muy trabajado bordado de lanas, que conjuga motivos florales y figuras de pájaros y mariposas.

Esta maravilla de prenda sorprende no sólo por la cantidad y calidad de los bordados que la engalanan, sino también por el excepcional aca­bado general que presenta, que se puede constatar también en el original y elaborado remate ondeado de los bordes de la prenda.

El traje se completa con una camisa de lino con los puños bordados, mantón de seda rojo granate y mandil de seda tornasolada de tono similar al mantón.

La moza adorna su pelo con unas preciosas colonias de antigua factura, estampadas con una cenefa de corte clásico, que se rematan con sendas borlas.

Conjunto de más de siglo y medio de antigüedad, muy bien conser­vado, procedente de una localidad situada en la margen occidental del río Esla.

Rodao antiguo confeccionado en estameña amarilla. Aderezos picados en negro y rodo (remate de los bordes de la prenda) colorado. El color del rodo de este traje es muy frecuente en los rodaos amarillos que se conservan en toda la comarca benaventana.

Además del rodao, la moza viste camisa de lino bordada en cuello y puños, y mandil de merino adornado con motivos florales, que no se aprecia en la lámina.

La fotografía principal muestra a la modelo de espaldas, al objeto de destacar, además del bonito picado del rodao, el vistoso mantón colorado de seda y lana que completa el atavío, bellamente rematado por un delicado calado del que cuelgan largos flecos.

La moza recoge su cabello con la ayuda de un pañuelo de cabeza estampado, y luce sobre el pecho dos collares de coral de los que cuelgan, respectivamente, una bollagra o alabanza y una cruz de Caravaca, ambas en plata.